lunes, 12 de marzo de 2012

Ocaso de la vida

En estos días de cielo gris 
el suelo húmedo está aquí 
transmite el frío de otoño 
un cuerpo en el sofá agotado. 

Con su baja y apagada voz 
esconde el turbio final fatal 
el pecho oprimido a tal 
y sus pies que pesados se van. 

La familia en casa están 
observando sin parpadear 
con cariño y amor de verdad 
a ella parece no importar. 

Bebiendo escasa el agua 
comiendo cada vez menos 
duerme ya pocas horas 
dolor de cuerpo todo el tiempo. 

Aprieta la mano cuando la tiene 
tiembla su cuerpo al estar parada 
mira vagamente al rededor 
pronto se irá con el creador. 


Una vida ya libre de penas 
un cuerpo delicado y cuidado 
una mente serena y tranquila 
un alma dulce y por Dios amado

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